La
Palabra habla del sostén del Pastor, pero aquí queremos acentuar la
necesidad de cuidar a la esposa de los siervos de Dios. No
quisieramos que en caso de enfermedad, de muerte o de algún
inconveniente se la deje sin cobertura, abandonada a su suerte. Por
supuesto que hay directivas para la viuda joven acerca de volver a
contraer nupcias, pero aún en estas circunstancias, mientras no
halla quién cuide como corresponde a estas nobles mujeres que han
sabido ser sostén y acompañar en todas las batallas de fe al
hombre, construir formas decentes de sostenimiento económico y el
diseño de todas las formas posibles para cuidar su salud, la de los
hijos y demás necesidades.
Creemos,
que la mujer que militó en el Evangelio como guerrera de Cristo, no
puede ser tratada como un ser mendigante, sino por el contrario,
dignificándola con el reconocimiento y la honra necesaria, por esto,
aconsejamos a las Iglesias, que rapidamente arreglen este déficit
que es una tremenda necesidad en la obra de Dios y un buen testimonio
de justicia al mundo.
No comments:
Post a Comment